Embarazo y yoga
Las mujeres durante el embarazo experimentan diversos cambios físicos y anímicos en los meses antes de la llegada del bebé. El yoga para embarazadas ayuda a conocerse y aceptar los cambios, ayuda también al bienestar interior y a evitar el estrés del parto.
El Hatha Yoga, está indicado para la práctica durante el embarazo. Su principal objetivo es ayudar a que los nueve meses, el nacimiento y el postparto se desarrollen de la forma más sana y relajada posible. Gracias a las asanas y a la meditación, la mujer, desarrolla confianza y aprende a escucharse a sí misma y los ritmos naturales de su cuerpo, lo que puede ser especialmente beneficioso en un momento de particular inestabilidad emocional como puede ser el embarazo.
Aunque lo ideal es haber hecho yoga previamente para saber cómo funciona, nunca es tarde para empezar a practicar y notar sus beneficios en una etapa tan compleja y al mismo tiempo gratificante como es el embarazo. Se recomienda esperar a la doceava semana para empezar los ejercicios si no estás acostumbrada a hacer yoga, pues para entonces el bebé ya habrá adquirido un desarrollo más avanzado. Sin embargo, con el ritmo adecuado puedes empezar a hacer yoga tan pronto como quieras. En nuestra línea de enseñanza, las mujeres embarazadas participan de las clases de grupo y los distintos ejercicios se van adecuando a su estado y a su práctica.
A continuación te presentamos algunos de los beneficios del yoga para embarazadas:
- Te mantiene en forma. Aprendes a respirar y fortalecer la musculatura
Mantenerse en buena forma puede ayudar a conseguir un alumbramiento menos traumático. Si no hay riesgo, el ejercicio que implica el yoga es beneficioso tanto física, como emocional y mentalmente. Si una de estas tres partes está en desequilibrio, las otras también lo están, por eso, se busca el equilibrio (interno y externo).
Una práctica progresiva permite liberar y ampliar la respiración. La práctica de la respiración ujjayi, ayuda a conectarse hacia el interior y vivir el momento presente.
El yoga es el mejor “deporte” para embarazadas. Los ejercicios son suaves y fluidos, pero eso no los hace menos exigentes. Como hemos visto anteriormente, una práctica continuada ayudará a tonificar los músculos, mejorará la flexibilidad y equilibrio, y ayudará a una mejor circulación sanguínea. Gran parte de la atención irá también a la zona del perineo para facilitar el ensanchamiento de la pelvis llegado el momento. Hay que evitar las posturas más extremas y adecuar los ejercicios a la práctica de cada una. Poco a poco irás notando cómo los ejercicios mejoran actividades cotidianas como darse la vuelta en la cama o agacharse sin dificultad.
Además, los ejercicios de yoga, ayudan a tonificar los músculos, sobre todo los de la zona pélvica y las caderas para facilitar el progreso natural del parto y hacerlo menos doloroso.También, la práctica de yoga, ayuda a aliviar los dolores de espalda causados por el crecimiento del vientre y al actuar sobre la musculatura pélvica se reduce el riesgo de incontinencia y de estreñimiento.
- Aporta energía y bienestar. Mejora el estado de ánimo de la embarazada
El yoga no actúa únicamente sobre nuestro cuerpo, también es una buena manera de entrenar nuestra mente para frenar la ansiedad por medio de la respiración y la atención mantenida en los ejercicios. Es común pensar que las mujeres embarazadas deben de evitar la actividad física para no fatigarse, sin embargo el yoga es una fuente de energía vital inagotable para ti y para tu bebé. Gracias al yoga te sentirás repleta de energía positiva que te ayudará a afrontar cada nueva etapa con serenidad, y a interiorizar el proceso para conocerte mejor a ti misma.
- Ayuda a combatir pequeños malestares del embarazo.
Es inevitable que el embarazo venga acompañado de ciertos dolores musculares, náuseas y tensiones. Especialmente cuando el vientre crece, su peso crea dolores en la parte baja de la espalda. También es común notar las piernas pesadas y cierta hinchazón en los tobillos, pies y manos por retención de líquidos que causa la mala circulación en un estado avanzado de gestación. El yoga ayuda a reducir todas estas pequeñas molestias mejorando la postura, facilitando la circulación, y ejercitando los músculos para hacerlos más fuertes y resistentes.
- Te enseña a relajarte.
El yoga en general, y el yoga para embarazadas en particular, pone énfasis en la respiración como una de las claves para el control del cuerpo y de la mente. Una correcta respiración te ayuda a combatir el estrés reforzando al mismo tiempo el sistema nervioso, evitará que te quedes sin aliento tras los esfuerzos físicos, y es imprescindible en la relajación. Saber relajarse es especialmente útil para las contracciones y durante el parto; en este momento el cuerpo libera una hormona para reducir el dolor, la oxitocina, que la ansiedad o la tensión no dejan desarrollarse, por lo que cuanto más distendida te encuentres, más fácil resultará dar a luz.
- Mejora la conexión entre la madre y el bebé.
Hacer yoga embarazada no es hacerlo sola: tanto la madre como el futuro bebé participáis en los ejercicios y os dais un tiempo a solas, lejos de las preocupaciones y los quehaceres diarios. El yoga ayuda a reforzar la conexión entre ambos y a que como madre sientas a tu bebé, incluso notando qué posturas le gustan más o menos según sus reacciones. “Antes, -dice María embarazada de siete meses- con el día a día, ni siquiera me acordaba de que estaba embarazada. Al empezar las clases fui mucho más consciente de que llevaba un bebé dentro de mí y fui capaz de escucharlo y de estar atenta a sentirlo”
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