Entrevista a la portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica
YOGA TERAPÉUTICO Y CANCER DE MAMA
MEDICINA INTEGRATIVA
ENTREVISTA REALIZADA A PILAR LIANES, PORTAVOZ DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ONCOLOGÍA MÉDICA
Poder aplicar los beneficios que aporta el yoga a las personas con cáncer es la ambición de Pilar Lianes, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe de servicio de Oncología Médica del Hospital de Mataró en Barcelona. “Hace unos 10 ó 15 años que existe un interés por reconducir la medicina alternativa hacia la corriente general de la medicina, es lo que se llama medicina integrativa. Los principales centros que hacen clínica e investigación sobre esto se encuentran en EEUU y entre los diferentes grupos en los que se divide esta disciplina está el de medicina cuerpo-mente donde se estudia el yoga. Hasta 2010 había una pequeña evidencia sobre el yoga, pero en ese año, durante el congreso americano de oncología (ASCO), Cohen presentó la primera gran investigación, realizada con 400 pacientes con cáncer de mama, donde se comprobó que el yoga mejoraba la calidad del sueño, reducía el cansancio y la ansiedad y bajaba la ingesta de medicación relacionada con esto”.
El estudio que ahora publica va más allá, explica Lianes, y lo compara con los estiramientos, que tenían evidencia de que por sí mismos reducen el cansancio, como así se ha constatado en este trabajo. Pero, lo que también se ha comprobado es que los beneficios del yoga superan a los de los estiramientos. “Porque mejora el estado anímico, la calidad de vida y da lugar a encontrar el significado de la enfermedad y el cambio se prolonga al menos seis meses después de la radioterapia”, señala Lianes, quien reconoce que en nuestro país no se ofrecen ayudas para investigar en este campo. “En nuestro medio no existe conciencia de sus ventajas, estamos un poco por detrás. Desde luego los que están a la cabeza son centros como el MD Anderson o el Memorial Sloan Kettering, donde se le da a los paciente la posibilidad de hacer estas actividades en el mismo entorno hospitalario”.
Porque, como asegura Cohen, se trata de facilitar una ayuda a las personas que pasan por un cáncer. “Pasar de un tratamiento activo -como la radioterapia- a la vida cotidiana puede ser muy estresante para las pacientes ya que no reciben el mismo nivel de atención médica. Enseñarles una técnica que genera una interconexión entre el cuerpo y la mente como es el yoga, como una habilidad de afrontamiento, puede hacer más fácil esta transición”.
Este investigador actualmente está llevando a cabo la siguiente fase de este estudio para determinar qué mecanismos del yoga conducen a la mejora del rendimiento, de la calidad de vida y de los resultados biológicos durante y después de una radioterapia. Un segundo objetivo de ese ensayo será valorar el coste para el hospital, los servicios sanitarios en general y evaluar la productividad laboral de las pacientes que practican yoga.
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